Introducción a las patatas bravas
Si buscamos una clásica tapa española, las patatas bravas son sin duda alguna una de las primeras que nos vendrá a la mente. Y es que sus ingredientes son básicos y sencillos, pero juntos hacen una combinación espectacular.
Historia de las patatas bravas
Orígenes
Las patatas bravas tienen sus raíces en Madrid. Dicen que fue el dueño de un bar en el barrio de Chamberí quien introdujo esta tapa, rebautizado como Casa Pellico.
Expansión a otros territorios
A partir de ese momento, las patatas bravas se hicieron populares en toda España y, posteriormente, en todo el mundo.
Receta de las patatas bravas
- Patatas
- Aceite de oliva
- Salsa brava
- Sal
Preparación
El proceso es simple: se frien las patatas en aceite de oliva hasta que estén doradas y crujientes. Luego se sazonan con sal y se cubren con salsa brava, una salsa picante y ligeramente ácida que es el secreto del plato.
La salsa brava
Existen muchas variantes de la salsa brava, pero la más tradicional lleva tomate, vinagre, pimentón y ajo. La mezcla de sabores y la explosión de picante son lo que le da a las patatas bravas su nombre: bravas, o “fieras” en español.
Conclusión
Las patatas bravas son un plato icónico de la gastronomía española. Son ideales para compartir y para disfrutar con una cerveza o un vino. Y lo mejor de todo es que puedes adaptarlas a tu paladar, haciéndolas tan picantes como quieras.