Introducción
La leche de avena se ha convertido en una alternativa popular a la leche de vaca debido a su sabor suave y sus beneficios para la salud. En este artículo, aprenderemos cómo hacer este delicioso sustituto de la leche en casa. Todo lo que necesitas son avena, agua y una licuadora. También puedes agregar endulzantes o otros ingredientes a tu gusto.
Ingredientes
- 1 taza de avena
- 4 tazas de agua
- Una pizca de sal
- Endulzante al gusto (opcional)
- Extracto de vainilla (opcional)
Preparación
Paso 1: Remojar la Avena
Primero, pon la avena en un tazón grande y añade suficiente agua para cubrirla completamente. Deja la avena remojando durante al menos 30 minutos. También puedes dejarla remojar durante la noche para acelerar el proceso. Remojar la avena no sólo la ablanda, sino que también hace que sea más fácil de digerir.
Paso 2: Enjuagar la Avena
Una vez que la avena esté bien remojada, debes enjuagarla bajo agua corriente fría. Asegúrate de enjuagar bien hasta que el agua salga clara. Esto ayuda a eliminar cualquier sabor astringente de la avena.
Paso 3: Licuar
Después de enjuagarla, coloca la avena en una licuadora. Añade las 4 tazas de agua y una pizca de sal. Si quieres, puedes agregar un endulzante o extracto de vainilla en este momento. Licúa durante unos 30-60 segundos hasta que la mezcla esté suave.
Paso 4: Colar y Servir
El último paso es colar la leche de avena. Puedes hacerlo usando un colador de malla fina o un paño de queso. Una vez colada, la leche de avena está lista para ser servida. Puedes disfrutarla inmediatamente o almacenarla en la nevera para usarla más tarde.
Conclusión
¡Así de fácil es hacer leche de avena en casa! Toma este conocimiento y crea tu propia versión de leche de avena casera. Recuerda que puedes personalizar la receta a tu gusto, añadiendo los sabores y endulzantes que prefieras. No sólo tendrás una alternativa a la leche más saludable y sabrosa, sino que también estarás reduciendo tu huella medioambiental al producir tu propia leche no láctea.