Licorería
El licor (o aguardiente; véanse las diferencias ortográficas) es una bebida alcohólica producida por la destilación de granos, frutas, vegetales o azúcar, que ya han pasado por la fermentación alcohólica. Otros términos para licor son: bebida espirituosa, bebida destilada o licor fuerte. El proceso de destilación concentra el líquido para aumentar su volumen de alcohol[1] Como los licores contienen bastante más alcohol (etanol) que otras bebidas alcohólicas, se consideran “más duros”; en América del Norte, el término licor duro se utiliza a veces para distinguir las bebidas alcohólicas destiladas de las no destiladas, mientras que en el Reino Unido se utiliza el término aguardiente. Algunos ejemplos de licores son el brandy, el vodka, la absenta, la ginebra, el ron, el tequila y el whisky.
Al igual que otras bebidas alcohólicas, el licor se suele consumir por los efectos psicoactivos del alcohol. El licor puede consumirse solo (“puro”), normalmente en pequeñas cantidades. En su forma no diluida, las bebidas destiladas suelen ser ligeramente dulces, amargas y suelen dar una sensación de ardor en la boca, con un fuerte olor a alcohol; el sabor exacto varía entre las distintas variedades de licor y las diferentes impurezas que imparten. El licor también se disfruta con frecuencia en forma diluida, como licor aromatizado o como parte de una bebida mezclada; los cócteles son una categoría común de bebidas que utilizan licor.
Mecanismo de acción del alcohol
Nota: aunque el Reino Unido ha abandonado la Unión Europea, algunos textos legislativos (conocidos formalmente como “legislación comunitaria retenida”) seguirán aplicándose hasta que sean sustituidos por la nueva legislación del Reino Unido; esto significa que seguirá viendo referencias a la normativa de la UE en nuestras orientaciones.
El Reglamento (UE) nº 1169/2011, relativo a la información alimentaria facilitada al consumidor, define el término “preenvasado” como “… el alimento y el envase en el que se ha introducido antes de ser puesto a la venta, independientemente de que dicho envase encierre el alimento total o parcialmente, pero en cualquier caso de forma que el contenido no pueda alterarse sin abrir o cambiar el envase…”.
Esta guía establece los requisitos específicos de etiquetado y composición de las bebidas alcohólicas, los alimentos que contienen alcohol y el etiquetado y la composición de las bebidas espirituosas (incluidos los licores y similares).
Las bebidas alcohólicas deben etiquetarse con su grado alcohólico con un máximo de un decimal en el formato “x% vol.” (donde x es el grado del alcohol). También se puede declarar el grado en el formato “alc x% vol.” o “alcohol x% vol.”. – por ejemplo, “Alcohol 5,4% vol.”.
Significado del licor
El alcohol es un depresor que, en dosis bajas, provoca euforia, reduce la ansiedad y aumenta la sociabilidad. En dosis más altas, provoca embriaguez, estupor, inconsciencia o la muerte. Su consumo prolongado puede provocar un trastorno por consumo de alcohol, un mayor riesgo de desarrollar varios tipos de cáncer, enfermedades cardiovasculares y dependencia física.
El alcohol es una de las drogas recreativas más utilizadas en el mundo, y alrededor del 33% de todos los seres humanos beben actualmente alcohol.[3] En 2015, entre los estadounidenses, el 86% de los adultos había consumido alcohol en algún momento, y el 70% lo había hecho en el último año y el 56% en el último mes.[4] Las bebidas alcohólicas suelen dividirse en tres clases -cervezas, vinos y licores- y su contenido de alcohol suele oscilar entre el 3% y el 50%.
Los descubrimientos de jarras de finales de la Edad de Piedra sugieren que las bebidas fermentadas intencionadamente existían al menos desde el Neolítico (c. 10.000 a.C.)[5] Otros animales se ven afectados por el alcohol de forma similar a los humanos y, una vez que lo consumen, lo vuelven a consumir si se les da la oportunidad, aunque los humanos son la única especie conocida que produce bebidas alcohólicas intencionadamente[6].
Alcohol para cócteles
Como muchas palabras de la ciencia que empiezan por al-, “la causa (y la solución) de todos los problemas de la vida” deriva del árabe al-kuhul o al-kohl. Pero el término se refería originalmente a un método de fabricación de maquillaje (entre otras cosas).
La gente ha estado fabricando -y bebiendo- alcohol durante casi toda la historia de la humanidad. Recientemente se desenterraron en Israel residuos de una bebida fermentada parecida a la cerveza, de 13.000 años de antigüedad, y las pruebas de una bebida fermentada de arroz, miel y fruta descubiertas en China datan del 7000-6600 a.C. Pero, ¿cómo se nos ocurrió el nombre de esas bebidas que nos hacen sentir tan bien?
Queremos ser sinceros: Al igual que el resultado de la sobrealimentación, la historia del origen científico es un poco confusa. Quedan pocas fuentes primarias, y es casi seguro que la historia se ha estratificado a lo largo de los siglos.
“Es una ciudad científica, es una ciudad académica, hay universidades y laboratorios y [la famosa biblioteca]”, dice Adam Rogers, autor del libro Proof: The Science of Booze. “Y hay una mujer llamada María la Judía”.
