Bebidas alcohólicas
En 2021, Gallup, Inc. informó de que el 60% de los adultos estadounidenses tomaban bebidas alcohólicas, lo que disminuyó respecto al 65% que se informó en 2019. El número medio de bebidas consumidas en los siete días anteriores también disminuyó. En 2019, los consumidores de 18 años o más bebieron, en promedio, 4,0 bebidas en un período de siete días, pero en 2021 ese promedio fue de 3,6 bebidas.
Según Numerator, el 90% de los Millennials compraron alcohol durante el período de 52 semanas que terminó en mayo de 2021, en comparación con el 84% de los compradores de 21 años o más de la Generación Z. Las razones de la Gen Z para no comprar incluyeron “el impacto del alcohol en su estado de ánimo, el nivel de alerta e incluso la imagen en las redes sociales.”
Casi la mitad de ambas generaciones, el 47% de los bebedores de la Generación Z y el 48% de los Millennials, consumían alcohol para relajarse. Un número ligeramente mayor de bebedores de la Generación Z indicó que el alcohol “me ayuda a pasar un buen rato”, 49%, y “me da un subidón”, 45%, en comparación con los bebedores de la Generación Millennial, 38 y 37%, respectivamente.
Los datos publicados por el Wine Market Council / NielsenIQ’s 2022 Wine & Spirits Daily Summit revelaron que, aunque la mayoría de los consumidores bebían bebidas alcohólicas de más de una categoría, el porcentaje de consumidores que bebían bebidas de una categoría:
La mayoría de las bebidas alcohólicas
El alcohol es un depresor que, en dosis bajas, provoca euforia, reduce la ansiedad y aumenta la sociabilidad. En dosis más altas, provoca embriaguez, estupor, inconsciencia o la muerte. Su consumo prolongado puede provocar un trastorno por consumo de alcohol, un mayor riesgo de desarrollar varios tipos de cáncer, enfermedades cardiovasculares y dependencia física.
El alcohol es una de las drogas recreativas más utilizadas en el mundo, y alrededor del 33% de los seres humanos beben alcohol en la actualidad.[3] En 2015, entre los estadounidenses, el 86% de los adultos había consumido alcohol en algún momento, y el 70% lo había hecho en el último año y el 56% en el último mes.[4] Las bebidas alcohólicas suelen dividirse en tres clases -cervezas, vinos y licores- y su contenido de alcohol suele oscilar entre el 3% y el 50%.
Los descubrimientos de jarras de finales de la Edad de Piedra sugieren que las bebidas fermentadas intencionadamente existían al menos desde el Neolítico (c. 10.000 a.C.)[5] Otros animales se ven afectados por el alcohol de forma similar a los humanos y, una vez que lo consumen, lo vuelven a consumir si se les da la oportunidad, aunque los humanos son la única especie conocida que produce bebidas alcohólicas intencionadamente[6].
Vodka Spirytus
Junto con el resurgimiento de la cultura del cóctel, un número creciente de destiladores ha entrado en la categoría de bebidas espirituosas de alta graduación. Los barmans alaban la profundidad del sabor que estas variantes añaden a los cócteles, mientras que los consumidores disfrutan de la oportunidad de probar algo diferente.
La categoría no está exenta de polémica, ya que muchos países han prohibido la importación y venta de bebidas espirituosas de alta graduación. Recientemente, varios estados de EE.UU. han prohibido la venta de alcohol de grano de alta graduación, con una graduación del 95% o superior.
Sin embargo, muchos miembros de la industria de las bebidas espirituosas creen que, aunque crear un producto de alta graduación por el mero hecho de hacerlo es irresponsable, los destiladores deberían tener la libertad de experimentar en esta categoría si ello contribuye a la calidad y el sabor de su producto.
Algunas de las bebidas espirituosas mencionadas en esta lista no se pueden consumir solas, sino que son ideales para mezclar o macerar en casa. Por supuesto, las bebidas espirituosas de alta graduación pueden ser peligrosas si se consumen en exceso y deben beberse de forma responsable.
%abv
Elizabeth Rhodes es editora digital asociada en Travel + Leisure, y cubre todo tipo de temas, desde hoteles de lujo hasta parques temáticos y productos de viaje imprescindibles. Originaria de Carolina del Sur, Elizabeth se trasladó a Nueva York desde Londres, donde comenzó su carrera como bloguera y escritora de viajes.
Con un 95% de alcohol por volumen, Everclear, un alcohol de grano fabricado en Estados Unidos, es sorprendentemente fuerte, pero no es el licor más fuerte del mundo. En todo el mundo, los destiladores aumentan el contenido de alcohol de rones, vodkas, absentas, whiskys y otros licores para crear botellas de alta graduación que hacen agua.
Pero no se trata de beberlos a lo grande: Algunos alcoholes de alta graduación, sobre todo el whisky, pueden ser más sabrosos con una graduación más alta porque no se cortan con agua. Por supuesto, la mayoría de estos licores no están pensados para ser bebidos a sorbos: hay que mezclarlos o diluirlos. Otros pueden utilizarse para hacer tus propios licores o bebidas espirituosas. Por ejemplo, para hacer limoncello, necesitarás un alcohol de grano de alta graduación.
No encontrarás muchos de estos licores en tu tienda de licores local. La mayoría de estos licores de alta graduación ni siquiera se venden en Estados Unidos, así que tendrás que buscarlos en el extranjero, pero no intentes traértelos a casa. De hecho, los licores de más de 140 grados están prohibidos en los equipajes de mano y facturados, según la TSA, así que comprueba las etiquetas antes de meter en la maleta un recuerdo alcohólico en tu próximo viaje.
