Porcentaje de alcohol del rakı turco
Cultura del raki turco – Beber raki es un arte y el raki tiene su propia cultura. Es inusual que un turco beba alcohol sin comer al mismo tiempo. El raki acompaña tradicionalmente una comida de pescado y, entre las comidas, se suele servir junto a él melón y queso blanco.
Beber raki en compañía de la familia y los amigos, tanto en casa como en tabernas y restaurantes, forma parte de las ocasiones especiales. La bebida tradicional es el raki, un licor fuerte a base de anís, que a veces se conoce como leche de león. Es claro, pero se enturbia cuando se le añade agua, hielo o soda. La mayoría de la gente lo diluye con agua, aunque algunos lo beben sólo con hielo. Algunos prefieren el raki directamente con un vaso de agua al lado, aunque esto no es recomendable para los inexpertos. El raki está tan ligado a la comida de los meze, que la mesa de los meze suele llamarse mesa de raki. El raki puede beberse con cualquier comida, pero se prefiere sobre todo el agua con los mariscos.
Una de las mayores tentaciones de Turquía es el raki, un licor límpido con anís. Como muchas cosas turcas -baklava, mousakka, su parte del mar Mediterráneo-, el raki es bastante parecido a su homólogo griego, el ouzo. Y como la mayoría de las cosas que comparten ambas culturas, griegos y turcos afirmarán con orgullo que inventaron el alcohol de uva Aunque Francia, Italia, España y Grecia tienen raki, el raki turco es una experiencia totalmente diferente. Sólo se produce en Turquía y, debido al anís que contiene, el raki cambia de color y se convierte en un blanco lechoso cuando se le añade agua, y un vaso de agua pura para acompañarlo le da un sabor muy agradable. Por eso el raki turco se conoce popularmente también como leche de león.
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Algunos viajeros que llegan a Estambul por primera vez se sorprenden al descubrir que el alcohol se consume en todas partes y que surgen nuevos bares por toda la ciudad. En efecto, aunque una parte de la población turca sea devota y el partido gobernante sea “islámico-conservador”, Turquía es y sigue siendo un país laico con una gran tradición de consumo de alcohol. Antes de presentarle los diferentes licores turcos que podrá disfrutar durante su estancia, le presentamos la pequeña historia del consumo y la producción de alcohol en Turquía.
Turquía es uno de los lugares donde nacieron los primeros viñedos del mundo, junto con Georgia, Irán y Armenia, y el proceso de elaboración del vino llegó a la cuenca mediterránea durante la Antigüedad. La viticultura en Turquía aparece por primera vez durante el Imperio Hitita 2000 años antes de Cristo, fue una de las más florecientes del Mediterráneo, pero desapareció con la caída de Constantinopla y la llegada de los turcos otomanos de culto musulmán.
El Imperio Otomano fue bastante tolerante con las comunidades religiosas y permitió que los no musulmanes del imperio, especialmente los griegos y los albaneses, produjeran y consumieran sus vinos y otros licores. Estas comunidades mantienen muchas tabernas de Constantinopla. Durante la Tanzimat, en el siglo XIX, el sultán aligeró las normas islámicas y garantizó la igualdad ante la ley de todos los súbditos otomanos, independientemente de su religión. Los musulmanes del Imperio (que ya frecuentaban las tabernas a escondidas) pasaron entonces a tener menos complejos en los establecimientos donde se servía alcohol y se enamoraron del raki (alcohol anisado como el pastis o el ouzo), que es ahora el alcohol nacional de Turquía.
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Rakı o raki (/rɑːˈkiː/, pronunciación turca: [ɾaˈkɯ] (escuchar)) es una bebida alcohólica elaborada con uvas destiladas dos veces.[1] Es la bebida nacional de Turquía.[2][se necesita una fuente mejor] También es popular en otros países balcánicos como aperitivo, así como en Kazajistán. Se suele servir con marisco o meze. Es comparable a otras bebidas alcohólicas disponibles en el Mediterráneo y Oriente Medio, como el pastis, el ouzo, la sambuca, el arak y el aguardiente.
En Creta, la tsikoudia es un aguardiente de orujo que a veces se llama rakı. Se utiliza para hacer rakomelo, que se aromatiza con miel y canela. El rakomelo se sirve caliente durante los meses de invierno. El raki cretense no contiene anís, por lo que no debe confundirse con la versión turca.
Se desconoce dónde y cuándo se produjo el raki por primera vez. Lo menciona por primera vez el explorador otomano Evliya Çelebi durante sus viajes en 1630. En su Libro de Viajes relata que los pueblos antiguos producían su propio raki en pequeñas ciudades[8].
Hasta las últimas décadas del siglo XIX, la producción de raki se hacía exclusivamente “en casa”, es decir, no existía una producción industrial masiva. En todo el Mediterráneo se consumían desde hace tiempo bebidas alcohólicas incoloras, conocidas con diversos nombres: tsipouro, raki, arak, grappa. Se destilan a partir de los subproductos del vino, aprovechando al máximo el viñedo.
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Si quiere probar algunas costumbres y tradiciones turcas, una inducción fácil es beber un vaso de Raki, la bebida alcohólica nacional no oficial de Turquía. Sabe como el equivalente griego del Ouzo y su consumo está muy extendido en Turquía, a pesar de la fuerte subida de precios de los últimos años.
Consuma el Raki mientras disfruta de una agradable conversación con buenos amigos en el transcurso de una larga velada. El pescado es la mejor comida para acompañarlo, pero si el apetito no es tan grande, un plato de mezes en la mesa para compartir entre todos es la siguiente mejor opción.
La marca más popular es Yeni Raki, que se produce desde 1944. Otras marcas son Tekirdag, Izmir, Altinas y Efe. Además de pedir vasos, el Raki está disponible en cuatro tamaños de botellas: 20cl, 35cl, 70cl y 100cl.
Verá menús de cócteles de Raki en la mayoría de los bares sofisticados y en algunos clubes nocturnos. Pruebe al menos una copa de la bebida nacional mientras esté en Turquía. Nunca se sabe, puede convertirse en su bebida favorita.
